Está roto.
El niño de adentro está roto.
Perdió la guía que lo impulsaba y se dejó morir.
Era un niño feliz.
Era un niño alegre.
Tenía sueños.
Tenía esperanzas.
Es el niño que una vez gritaba desde adentro.
Estaba encadenado.
Y hoy me doy cuenta, que ha muerto.
Vive en un adulto.
A veces se ve, que quiere levantarse en ilusiones.
Pero la vida lo arrasó.
Lo consumió.
El adulto vive como adulto.
Piensa como adulto.
Traiciona como adulto.
Pero anhela el niño muerto que vive en sus entrañas.
Pobre de él.
Le veía un gran futuro.
Rió por él.
Ahora duerme.
2 comentarios:
es muy triste :(
Ojalá el adulto sostenga en el tiempo el valor de la travesura y la risa porque sí. Confío en que lo hará.
Publicar un comentario